Nuestro automóvil constantemente está expulsando gases a través del tubo de escape y es nuestra responsabilidad saber reconocer qué tipo de gases y/o humos están saliendo del motor para tomar alguna acción correctiva de ser necesario.
Cuando el motor de nuestro automóvil está en buenas condiciones de funcionamiento o es nuevo, el tubo de escape expulsa básicamente vapor de agua (H20), monóxido de carbono (CO), gas carbónico (CO2) y otras substancias en menor proporción: partículas de carbón, gasolina en extremadamente pequeñas proporciones, óxido nitroso (NOx).
Al encender el motor en las mañanas- o en climas fríos, podremos notar que sale vapor de agua, y que lo identificamos como una pequeña nube transparente y que se dispersa inmediatamente sin dejar ningún rastro de olor.
Conforme el motor y automóvil van acumulando kilómetros de recorrido se va presentando desgaste en las partes móviles del motor aunque hayamos hecho correctamente los cambios de aceite y en los tiempos debidos, este desgaste es normal en todo motor de automóvil.
Como consecuencia del desgaste en los cilindros de las cámaras de combustión y en sus pistones, rines y demás partes, empieza a filtrarse el aceite de lubricación del motor hacia las cámaras de combustión, en donde es quemado en conjunto con la mezcla de gasolina/aire, produciéndose humo en el tubo de escape con un fuerte olor que nos llama la atención, y que dependiendo de las mayores o menores filtraciones hacia las cámaras de combustión podrán desaparecer después de unos 5 minutos de operación del motor- cuando la filtración es pequeña, o permanecer todo el tiempo e incrementarse cuando aceleramos si la filtración es mayor.
Para diagnosticar correctamente el tipo de daño que presenta el motor de nuestro automóvil debemos prestar atención a la coloración del humo que sale por el tubo de escape.
Si el humo que sale por el tubo de escape es blanco es indicativo de que está pasando liquido refrigerante o agua del sistema de refrigeración hacia las cámaras de combustión, y esto sucede cuando el empaque de la culata de los cilindros está dañada.
Si el humo que sale por el tubo de escape es azul es indicativo que está pasando aceite del motor hacia las cámaras de combustión, ya sea por los sellos de las válvulas, empaque de la culata o rines de los pistones.
En estos dos casos en necesario desmontar el motor y reemplazar los sellos, juntas y empaques dañados.
En cambio si el humo que sale del tubo de escape es negro es síntoma que la COMBUSTIÓN EN LAS CÁMARAS DE COMBUSTIÓN ES IMCOMPLETA, por lo que deberemos afinar el motor.
Es común que luego de una reparación de motor se presente la emisión de humos, por lo que es necesario darle un tiempo al motor para que se quemen los productos que durante la manipulación hubieran podido ingresar a las cámaras de combustión, pero si el problema persiste después de unos días es indicio que algo quedó mal instalado o ajustado, como por ejemplo no se torqueo correctamente la culata de los cilindros.
Existen en el mercado una serie de productos reductores de las emisiones de humo del tubo de escape de nuestros automóviles.
Pero siempre tenemos esa pregunta: ¿Cuándo debo o puedo usar un aditivo reductor de humo en mi automóvil?
Bueno para tomar la decisión de usar o no un aditivo reductor de humo ó antihumo (Smoke reductor, Smoke Treatment en inglés, y es como vienen etiquetadas caso todos las botellas de estos aditivos) debemos saber cuál es us función y cómo afectará el funcionamiento del motor.
Cada vez que cambiamos de aceite de motor lo hacemos por varias razones: la más importante es que el aceite ha perdido sus propiedades lubricantes así como su VISCOSIDAD, que es la propiedad de fluir por todas las partes del motor brindando lubricación y reduciendo el desgaste.
Como ya mencioné anteriormente el aceite se filtra a las cámaras de combustión por las pequeñas holguras, y la cantidad de aceite que pasará por esas holguras será menor si la VISCOSIDAD DEL ACEITE ES MAYOR, ya con esto se nos viene a la mente que el aditivo ANTIHUMO es simplmente un ELEVADOR DE LA VISCOSIDAD DEL ACEITE.
Evidentemente a mayor viscosidad es menor la emisión de humos por el tubo de escape, pero hasta ahí no llegan las cosas. Conforme sube la viscosidad del aceite del motor MENOR SERÁ LA LUBRICACIÓN y por tanto se incrementa el desgaste.
Es aquí donde debemos manejar con cuidado los aditivos ANTIHUMO pues podemos generar un gran desgaste en las partes de nuestro motor.
Recomiendo por lo dicho anteriormente usar un aditivo reductor de humo con prudencia y por tiempos cortos, digamos unas semanas que nos darán tiempo para buscar la solución y entender que haremos, por ejemplo cambiar SOLAMENTE el empaque de la culata de cilindros y los empaques de válvulas, o por otro lado si el kilometraje es superior a unos 200.000km será recomendable cambiar los anillos de los pistones a más de empaques de culata y empaques de válvulas con una posible rectificación de los cilindros.
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