El embrague de un auto transmite potencia mecánica del motor a las ruedas por medio de fricción.
Es justamente la fricción uno de los factores que desgastan el embrague y terminan dañando el embrague, se desgasta el disco de embrague.
Desgaste CIUDAD > Desgaste CARRETERA
La conducción en ciudad desgasta más las partes del embrague que la conducción en carretera pues en ciudad accionamos muchísimas veces el pedal de embrague durante un día.
Justamente esa inmensa cantidad de accionamientos del embrague es la otra causa o factor que desgastan el embrague, haciendo que se rompan las partes del embrague ó clutch: dientes del plato de presión, horquilla, resortes, cable de embrague.
La pérdida de lubricación- grasa, de las partes del embrague aceleran su decadencia y por tanto fallas del sistema de embrague: rodamiento piloto, rodamiento del embrague, horquilla.
Engrasar las partes del embrague es tarea compleja y no puede hacerse por cualquier usuario, es necesario tener equipo mecánico especializado para desmontar la caja de transmisión y acceder al embrague.
Además del desgaste normal del embrague ó clutch LOS HÁBITOS DE CONDUCCIÓN MODIFICAN LA DURACIÓN DEL EMBRAGUE.
Los hábitos de conducción pueden modificar DRÁSTICAMENTE cuánto dura el embrague ó clutch.
Con estas consideraciones previas: desgaste normal y hábitos de conducción, tenemos que el embrague puede durar entre 10.000 km hasta unos 100.000 km.
Veamos los buenos hábitos que alargan la vida útil del embrague:
Hundir por completo el pedal de embrague para realizar el cambio de marcha
No descansar el pie sobre el embrague, usar el apoyapie
Soltar suavemente el pedal de embrague
Evitar que el embrague patine
Evitar que el embrague se acople en altas revoluciones
Utilizar la marcha adecuada a la velocidad del auto